Semillas de San Juan, para combatir la pobreza y el hambre en Haití
Son de los agricultores de Fecoagro que producen colecciones al ProHuerta, del INTA. La misión de los Cascos Azules argentinos llevaron las semillas sanjuaninas.
Colecciones de semillas sanjuaninas de lechuga, cebolla, pimientos, habas y muchas otras hortalizas, tuvieron un destino inesperado: combatir el hambre y la pobreza en Haití de la mano de las misiones de paz de los Cascos Azules argentinos.
«Nunca hemos exportado en forma directa pero nuestras semillas llegaron a Haití, en misiones de paz desde hace tiempo”, contó el presidente de Fecoagro, Eduardo Franovich. Es que la federación, que aglutina a 30 cooperativas de toda la provincia, produce casi la totalidad de las colecciones de semillas para el programa Por Huerta, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y éste proveyó las mismas para la ayuda humanitaria al país caribeño.
En la actualidad, la Argentina colabora con Haití a través del FO-AR (Fondo Argentino para la cooperación Horizontal), instrumento con el que se realizan acciones de cooperación técnica destinadas a países de menor o igual desarrollo relativo económico y social, con el objeto de contribuir.
Según la información publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, el Programa Pro-Huerta con Haití es implementado por la Argentina desde el año 2005 y su objetivo es garantizar la seguridad alimentaria mediante el fomento de la autoproducción de alimentos frescos a través de huertas orgánicas, para complementar la dieta de poblaciones urbanas y rurales con necesidades básicas insatisfechas.
Se capacita y proveen las semillas para la creación de huertas comunitarias.
Actualmente, el Pro Huerta-Haití es desarrollado por la Cooperación Argentina combate la inseguridad alimentaria en cinco de los diez departamentos del país caribeño, alcanzando hoy a más de 21.000 hogares, unas 140.000 personas. Con la incorporación de la UNASUR al proyecto, con un aporte de casi 3 millones de dólares, se prevé llegar a 37.325 familias, esto es unas 223.950 personas, en los diez departamentos del país, duplicando el alcance del proyecto.
Junto con Haití y los socios triangulares de este proyecto, la Argentina asegura además la provisión de semillas e insumos varios (herramientas, cisternas, alimentos para aves, etc.) y sostiene y forma un equipo de técnicos haitianos motivados y comprometidos el desarrollo de su país.