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Cebolla, una hortaliza de nivel mundial

El origen de la cebolla se localiza en Asia central, y como centro secundario el Mediterráneo, pues se trata de una de las hortalizas de consumo más antigua. Sus principios se remontan hacia 3.200 a.C. pues fue muy cultivada por los egipcios, griegos y romanos. Durante la Edad Media su cultivo se desarrolló en los países mediterráneos, donde se seleccionaron las variedades de bulbo grande, que dieron origen a las variedades modernas. 

Es una planta de climas templados, aunque en las primeras fases de cultivo tolera temperaturas bajo cero, para la formación y maduración del bulbo, pero requiere temperaturas más altas y días largos, cumpliéndose en primavera para las variedades precoces o de día corto, y en verano-otoño para las tardías o de día largo.

Prefiere suelos sueltos, sanos, profundos, ricos en materia orgánica, de consistencia media y no calcáreos. Los aluviones de los valles y los suelos de transporte en las dunas próximas al mar le van muy bien. En terrenos pedregosos, poco profundos, mal labrados y en los arenosos pobres, los bulbos no se desarrollan bien y adquieren un sabor fuerte.
El intervalo para repetir este cultivo en un mismo suelo no debe ser inferior a tres años, y los mejores resultados se obtienen cuando se establece en terrenos no utilizados anteriormente para cebolla.

Cómo es el cultivo de la cebolla?

La siembra puede ser directa o en almácigo. la siembra directa la deberíamos hacer en agosto, si hacemos almácigo, lo recomendable es hacerlo en los meses de junio/julio, para trasplantar en los meses de agosto/septiembre, finalmente la cosecharemos en los meses de febrero/marzo.

Las cebollas necesitan suelos buenos y ricos para desarrollarse. Prefieren los suelos franco arenosos, la turba y el limo y rechazan los suelos arcillosos y arenosos.

A las cebollas les gusta la abundancia de potasio y de fósforo pero no el exceso de nitrógeno. Es recomendable poner una buena capa superficial de compost maduro sobre el suelo donde vamos a plantar, ya sea en el huerto o en los maceteros.

El cultivo de cebolla es muy sensible al exceso de humedad, pues los cambios bruscos pueden ocasionar el agrietamiento de los bulbos. Una vez que las plantas han iniciado el crecimiento, la humedad del suelo debe mantenerse por encima del 60% del agua disponible en los primeros 40 cm. del suelo. El exceso de humedad al final del cultivo repercute negativamente en su conservación. Se recomienda que el suelo tenga una buena retención de humedad en los 15-25 cm. superiores del suelo. La cebolla es medianamente sensible a la acidez, oscilando el pH óptimo entre 6-6.5.

Existen varias formas de plantar las cebollas:

Siembra al final del Verano:

Se deben sembrar las semillas bien espaciadas unas de las otras,  idealmente en surcos superficiales. En los maceteros se tiran algunas semillas espaciadas. A continuación se tapan con 1,5 cm de compost y luego se aprieta bien el terreno. Si el invierno es muy crudo es recomendable cubrir las cebollas con túneles para protegerlas del frío, si las tienes en maceteros, te recomendamos cubrirlos.  Al llegar la primavera se debe aclarar (entresacar plantas) con una distancia entre una y otra de 15 cm.  Las plantas sacadas se pueden consumir como ensalada.

Siembra en Invierno:

En los lugares de inviernos muy intensos, es recomendable sembrar en almácigos al interior de la casa. La idea es tener las pequeñas cebollas listas para trasplantarlas en primavera. Este trasplante lo debes hacer apenas esté seco el suelo en el huerto o en los maceteros definitivos en tu terraza o balcón.

Siembra en Primavera:

Sembrar en este período solo es recomendable cuando se dispone de un verano fresco y húmedo y no se tiene cómo almacenar las cebollas. En esta época se siembra de la misma forma que en verano, pero se aclara a 10 cm entre una y otra, cuando la planta haya alcanzado unos 10 cm aprox.

Bulbos:

Si se prefiere sembrar de bulbos en vez de semillas el mejor momento para hacerlo es en primavera. Se hacen hoyos cada 15 cm a lo largo de una línea. Se introduce 1 bulbo en cada hoyo y luego se aprieta la tierra de alrededor para que quede muy firme.

Cómo preparamos el terreno?

La profundidad de la labor preparatoria varía según la naturaleza del terreno. En suelos compactos la profundidad es mayor que en los sueltos, en los que se realiza una labor de vertedera, sin ser demasiado profunda (30-35 cm.), por la corta longitud de las raíces. Hasta la siembra o plantación se completa con los pases de grada de discos necesarios, normalmente con 1-2, seguido de un pase de rulo o tabla, para conseguir finalmente un suelo de estructura fina y firme. Si el cultivo se realiza sobre caballones, éstos se disponen a una distancia de 40 cm., siendo este sistema poco utilizado actualmente.

Cómo es la siembra y trasplante?

La siembra de la cebolla puede hacerse de forma directa o en semillero para posterior trasplante, siendo esta última la más empleada. La cantidad de semilla necesaria es muy variable (4 g/m2), normalmente se realiza a voleo y excepcionalmente a chorrillo, recubriendo la semilla con una capa de mantillo de 3-4 cm. de espesor. La época de siembra varía según la variedad y el ciclo de cultivo.

A los tres o cuatro meses se procede al trasplante; obteniéndose aproximadamente unas 1.000 plantas/m2 de semillero, es importante que el semillero esté limpio de malas hierbas, debido al crecimiento lento de las plantas de cebolla y su escaso grosor. La plantación se puede realizar a mano o con trasplantadora; en el primer caso se utilizará una azadilla, colocando una planta por golpe. Se dejará 10-12 cm entre líneas y 10-12 cm entre plantas dentro de la misma línea. distanciados entre sí 50-60 cm, sobre los que se disponen dos líneas de plantas distanciadas a 30-35 cm y 10-15 cm entre plantas. También se realiza la plantación en caballones y apretando la tierra para favorecer el arraigo. Seguidamente se dará un riego, repitiéndolo a los 8-10 días.

Cómo es el riego?

Las cebollas necesitan poco riego durante su ciclo de vida. La etapa en la cual mayor cantidad de agua necesitan es cuando están creciendo (etapa vegetativa, antes de formar el bulbo). Cuando empiezan a formar los bulbos disminuye la cantidad de agua que necesitan. Es recomendable dejar de regar las cebollas unos 20 días antes de cosecharlas.

Algunos consejos

  • Las cebollas son muy sensibles a los cambios bruscos de humedad, un cambio brusco puede ocasionar el agrietamiento del bulbo.
  • Es beneficioso para la cebolla que sea acolchada, sobre todo para su etapa final.
  • Es muy importante mantener  las cebollas libres de mala hierba o maleza, ya que pueden sofocar la planta.
  • Si la cebolla llegara a florecer, hay que despuntarle el tallo floral. Esto se hace para impedir el florecimiento prematuro y beneficiar la formación de los bulbos.

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